¿Sabías que los oídos normalmente no se deben de limpiar ya que la cera que se acumula se disuelve de manera natural?

Sin embargo, existen ciertos casos en los que se puede llegar a producir un aumento de cerumen muy característico que podría bloquear parcial o totalmente el canal auditivo.

Esto podría provocar problemas de audición importantes.

Un buen remedio para poder limpiar nuestro oído consiste en utilizar métodos de irrigación: estamos hablando de unas jeringuillas especiales que normalmente venden en la farmacia para que nos hagamos el lavado de los oídos.

Es importante que la temperatura del agua sea tibia, ni muy caliente ni muy fría. En el momento en el que se haya producido la limpieza, tendremos que asegurarnos de que la zona queda bien limpia para evitar problemas.
Otra estupenda manera para lavar correctamente el oído consiste en utilizar una infusión de manzanilla: para llevar a cabo este remedio, únicamente hará falta un vaso de agua y dos cucharadas de flores de manzanilla. Hervimos el agua de la manera habitual y luego dejamos que se temple antes de utilizarla. Por supuesto, también debe de colarse correctamente.
El siguiente paso será agregar tres gotas de aceite de oliva en el oído y dejamos que actúe durante unos cinco minutos. A continuación, utilizando una jeringa o un gotero, añadiremos la infusión que hemos preparado y secamos sin que se quede ningún resto.
Es importante que sepas que el método más utilizado para limpiar tus oídos suele ser los famosos bastoncillos, aunque también es la forma más inadecuada ya que si hay algún cuerpo extraño, lo único que haremos es introducirlo hacia el interior. Por ejemplo, la propia cera se irá hacia dentro acumulándose y haciendo que sea más complicada de eliminar.
¡Evita los bastoncillos y elige cualquiera de los dos remedios anteriores!