Recientemente hemos conocido que se ha formulado una denuncia contra 8 estudios de Hollywood por no poner los medios para que sus creaciones fueran subtituladas para sordos: entre ellos nos encontramos con Sony, Disney, Warner, Paramount e, incluso, hasta Netflix.

Esta demanda ha sido formulada por AG Bell y la ha llevado hasta la Corte Suprema de California (L.A). La base en la que se sustenta la demanda es que algunas de estas compañías se han valido de la publicidad engañosa a la hora de comercializar sus productos.

Además, también se citan algunos ejemplos de series y películas que como recurso publicitario se anunciaron que serían subtituladas para Hollywood pero que, a día de hoy, nunca se ha tramitado. Entre ellas destacamos House of Cards, Thor, Iron Man, El Padrino, Minions y Orange is The New Black, pero estos son tan solo algunos ejemplos ya que la lista es interminable.

Meredith K. Sugar, la presidenta de la asociación que encabeza la demanda, ha declarado que los subtítulos no es algo opcional, si no que deben estar presentes porque, sin ellos, lo único que se está haciendo es hacer más grande la brecha con las personas sordas.

El problema de la falta de los subtítulos es la paralización de la cultura: aquellas personas que tienen un problema de pérdida de capacidad auditiva, tanto como si es parcial, como si es total, no podrán seguir una determinada película, serie de TV, documental…

Además, también han declarado que los estudios ya no tienen excusas para no trabajar con subtítulos porque, según establecen, la inversión económica para poder llevar a cabo esta acción es ridícula.

Hasta la fecha, ninguno de los estudios ha querido contestar a la demanda, pero esta todavía es bastante reciente.